Mas Alla De La Ciencia, El Poder Transformador De La Educación Ambiental
Ariana Oporta-McCarthy, becaria de MCAF, comparte cómo enseñar a los niños sobre el océano impacta la conservación de las tortugas marinas en las comunidades locales de Costa Rica.

Por Ariana Oporta-McCarthy
Esta publicación forma parte de una serie sobre proyectos apoyados por el Fondo de Acción para la Conservación Marina (MCAF) del Acuario de Nueva Inglaterra. A través del MCAF, el Acuario ofrece apoyo multifacético a líderes de países de ingresos bajos y medios que lideran iniciativas comunitarias de conservación de los océanos.
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En un bello cielo caribeño y entre las huellas de tortugas marinas, nació una conexión que transformó mi vida para siempre. Crecí entre dos mundos: el de los cazadores y de la ciencia/conservación de estas especies milenarias. Tres décadas después, esa niña curiosa se convirtió en bióloga marina y encontró en la educación ambiental la herramienta más poderosa y transformadora.

Hoy soy fruto de toda una generación de conservacionistas, que comprendemos que el cambio real ocurre cuando las comunidades se involucran activamente y creemos en la importancia de capacitar a las nuevas generaciones para garantizar un futuro de coexistencia armoniosa con nuestro entorno.
En Costa Rica, la educación ambiental es clave para romper el ciclo de pobreza y degradación ambiental, especialmente en el Caribe Sur, una zona históricamente desatendida. La biodiversidad es un tesoro nacional y el ecoturismo, una fuente vital de ingresos, por lo que gestionar sosteniblemente estos recursos asegura empleos, impulsa la economía y ayuda a enfrentar problemáticas ambientales.

Nuestro enfoque comunitario y las alianzas estratégicas nos permiten llevar la educación ambiental a más niños y niñas, gracias al trabajo en alianza con las demás organizaciones en nuestra área, que se complementa a la perfección con la comunidad de MCAF. Algunos ejemplos de actividades comunitarias realizadas en alianza son, eventos familiares para celebrar el día del océano, el Festival del Manatí, el Día de los Parques Nacionales, excursiones a la playa de Gandoca para conocer el trabajo de nuestros científicos y colaborar en limpiezas de playa. También realizamos talleres en centros educativos del Ministerio de Educación, utilizando herramientas innovadoras como la realidad virtual para explorar el océano y aprender sobre las tortugas marinas. ¡El trabajo en equipo amplifica nuestro impacto!
La educación ambiental, más que una ciencia, es una fuerza transformadora que une a las comunidades con la vida marina, donde cada nido protegido y cada tortuga liberada reflejan el poder de sanar tanto ecosistemas como corazones. En este diálogo silencioso entre humanos y quelonios, descubrimos que conservar no es solo contar eclosiones, sino contar historias de vidas cambiadas, de generaciones que aprenden a cuidar el mar como parte de sí mismas. Proteger tortugas marinas es, en última instancia, proteger el alma de nuestras comunidades y escribir, juntos, el futuro de los océanos.